Al final del día cuando canta la luna y las estrellas le hacen coro, al final del día cuando la energía es casi nula y el cansancio me ha vencido.
Al final del día cuando he correteando tras de ustedes y he levantado sus juguetes mil veces.
Al final del día cuando ya no se escuchan las caricaturas en el televisor y la puerta del refrigerador por fin descansa.
Al final del día cuando puedo tomar una taza de té sin que nadie me pida un vaso de leche, cuando puedo leer mi libro sin que me pidan leer otro.
Al final del día cuando el chihuahua puede salir de su escondite y no ocupo correr al sanitario en auxilio de nadie.
Es entonces, al final del día, cuando puedo disfrutar de verlos descansando.
Puedo ver y sentir mejor que nunca sin el ruido del televisor o los video juegos cuanto los amo.
Los veo descansado y doy infinitas gracias por tenerlos a mi lado, los veo soñando y ruego al cielo estar siempre para abrazarlos.
Son unas personitas chiquitas que ya tienen sus propios gustos e ideas y me enseñan todos los días algo, al final del día cuando tienen sus ojitos cerrados quisiera despertarlos a besos para decirles cuanto los amo.
Y con esa imagen me voy a descansar y al día siguiente tengo el entusiasmo para seguirlos correteando, para ir en su auxilio, para levantar nuevamente sus juguetes y todo lo que a su paso van dejando.
Pero mas que todo eso, lo mas, mas importante es que tengo todo mi amor para seguirlos siempre amando.
Ana E . Hinojosa
Espíritu de escritor, alma de poeta.