La vida es una particula de polvo que viaja con el viento, es un suspiro suave que exalamos lento.
Ver una luz que se extingue es una pena profunda que se lleva dentro, no se expresa con palabras, no se describe ese sentimiento.
Ahora que veo a mi amigo a mi gran maestro balancearse en ese delgado hilo entre otro mundo y el nuestro, siento que es una pesadilla y por mas que lo intento no despierto.
Pido al cielo con mi alma, con mi corazón, con todo lo que soy y todo lo que tengo, le brinde mas tiempo, no se puede ir asi, sin que todos le digamos cuanto lo queremos.
Mi amigo, mi maestro, luche con fuerza, con dureza, como siempre a sido, como todos lo conocemos, aqui aún tiene mucho que decir y nosotros alegres lo escucharemos.
Se llama Hernan Orellana y le decimos Tito todos los que lo queremos, le mandamos millones de plegarias, confiamos que nos escuchen alla arriba y nos manden el favor del cielo.
Un fuerte abrazo a Don Tito, mi gran amigo, mi maestro, le suplico que no se marche, no sin escuchar cuanto lo admiramos y lo queremos.
Ana E. Hinojosa
Posted from WordPress for Android