Y pensar que nos reímos como chiquillos, caminamos tomados de la mano como esos novios de novela, y hasta corrimos bajo la lluvia como dos locos enamorados.
Que maravilla, que belleza, y que sueño tan quedado en el olvido, todo irreal, todo fantasía, al final se dijo corte y termino la escena, una despedida fría, y un beso que sería el último de muchos antes disfrutados.
Ana E. Hinojosa