En esta vida que aveces pareciera ingrata dos cosas podemos hacer
sentarnos a ver las guerras y el hambre del mundo, o pudieramos dar la mano al hermano, sembrar un arbol y verlo crecer.
Dar amor a quien lo merece y aun mas a quién parece que vive sin el, podemos levantarnos cada día y estar agradecidos por la salud propia y de los seres queridos, podemos escuchar a quienes se sienten afligidos dar una palabra de consuelo y ganar un nuevo amigo.
Tambien podemos dedicar tiempo a la oracion para ganar paz en el alma y aliviar el corazón. Muchas cosas podemos hacer en lugar de cada día ver solo lo peor.
Cada día millones de personas se ponen de pie al amanecer, la mitad para hacer una diferencia en cada ser.
Y la otra mitad se levanta sin esperanza, con la cara triste y el alma amarga.
Es decision de cada quien decidir de que manera desea ser, ahí afuera siempre habra infelicidad, pero podemos elegir la alegría y no dejarnos vencer.
Yo decido sonreír a todo aquel que se cruce en mi camino, pueden juzgarme demente, y eso solo me pone un poco mas alegre, al ver su cordura tan deprimente.
Ana E. Hinojosa
Espìritu de escritor, alma de poeta.