El amor no debe ser un martirio, no debe ser una lucha por el poder, una batalla de orgullos; el amor sin sonar trillado es amistad, es tener un cómplice para tus locuras, es apoyo incondicional, en los días de abundancia y alegría cuál mérito es amar.
El amor es para todos, pero no de todos, muchos lo ahogan en orgullo, soberbia, sed de control y terquedad.
El amor es como la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma, de tiempo a tiempo, amigos, cómplices, novios, amantes , maridos , y cuando mas fuerte debe ser, empieza a decaer, todo lo ganado con el tiempo y los recuerdos, se ve perdido, se marchita con la rutina, la falta de risas, el cansancio y la falta de atención.
El amor no se ha destruido, solo cambió, ahora podemos decir que se llama costumbre y relación.
Ana E. Hinojosa
Espìritu de escritor, alma de poeta.